¿Por qué debo hacer actividad física?, ¡lo que no sabías!

Hace un par de años, sufrí una caída que me tuvo sin actividad física por unos meses. Acostumbrada a hacer mil cosas al mismo tiempo y caminar mucho, la verdad es que terminé deprimiéndome un poco. Esto no tuvo buenas consecuencias sobre mi peso. Terminado el periodo de convalecencia, tuve el valor de subirme a la balanza y con horror (aunque con poca sorpresa) vi que había aumentado casi 7 kilos en esos meses.

¿Qué podía hacer? Mi paladar me pedía azúcar gran parte del día, me sentía pesada y sin ganas de entrar a hacer una dieta. Alguien por allí me dijo: «Si no estás dispuesta a controlar tus comidas, lo único que puedes hacer por ahora es ejercicio».

¿Por qué generalmente comenzamos a hacer ejercicio?

Haciendo una pequeña encuesta entre mis amigos y conocidos, encontré dos de las razones más comunes para comenzar a realizar algún tipo de ejercicio: La primera seguramente, como en mi caso, fue el aumento de peso. Y la segunda, es cuando el doctor nos dice más o menos esto: «O comienzas a llevar una vida sana o no durarás más de un par de años».

Y creo que ambas son razones bastante fuertes y a primera vista, importantes. Sin embargo, de ellas se desprenden varias más. El problema es que muchas veces, si no hemos tenido una verdadera disciplina, cuando esas razones desaparecen (perdemos los kilos que deseamos o el médico nos dice que nuestro estado de salud ha mejorado), olvidamos nuestra rutina saludable y volvemos a los mismos hábitos que nos llevaron a nuestros problemas originales. ¿Te ha pasado?

Las mejores razones para hacer ejercicio

A lo largo del tiempo, he encontrado que los mejores motivos no son aquellos por los que comenzamos a hacer ejercicio, sino justamente aquellos que experimentamos luego de incorporarlo en nuestra vida. ¿Quieres conocerlos? Pues, ¡allí van!

  • Verte mejor. Y lo menciono no solo refiriéndome al hecho de perder peso. Porque definitivamente con el ejercicio nos veremos mucho mejor de lo que si quiera habíamos imaginado, ya que también estamos trabajando nuestros músculos y nuestra figura se verá muy beneficiada. Luciremos mucho más estilizadas y por supuesto, esa ropa que pensamos nunca nos iba a quedar bien, nos va a la perfección. Puntos extra para nuestra autoestima.
  • Sentirás mucha más energía. A veces creemos que al hacer ejercicio (cualquiera que este sea) perderemos la poca energía que tenemos en un día, pero el efecto es justamente el contrario. Al cabo de unas semanas (ten un poco de paciencia por favor), te darás cuenta que tienes el doble o hasta el triple de energía de lo que tenías cuando apenas comenzabas a ejercitarte. Si antes te parecía todo un sacrificio tomar las escaleras en lugar del ascensor, notarás que ahora te requiere mucho menos esfuerzo.
  • Dejar de temer algunas enfermedades. Realmente es increíble cómo el riesgo de padecer ciertas enfermedades puede reducirse. Además de las clásicas que se relacionan con el corazón como la hipertensión o diabetes, en general verás que tu estado físico mejora de forma crucial. ¿Por qué? Porque el ejercicio tiene consecuencias directas sobre tus niveles de estrés y no es un secreto que este es el origen de muchas dolencias. Con su disminución, dejarás de padecerlas.
  • Tendrás una mirada positiva. Seguramente no lo me lo crees si es que no lo has experimentado, pero cuando comienzas a hacer ejercicio todo parece verse más positivo. Hay una explicación científica para eso que se relaciona a que generamos más «endorfinas»(las hormonas del buen humor para resumirlo) pero creo que también tiene que ver con notar cómo nos superamos poco a poco. Si se trata de correr, por ejemplo, puedes haber comenzado corriendo tan solo tres kilómetros, pero al cabo de unas semanas te ves corriendo ocho tranquilamente. ¿No te sentirías orgullosa?
  • Te lleva a tener otras conductas sanas. Lo primero que dejarás (si es tu caso) es el cigarro. Por lo menos eso me pasó, me di cuenta que si el día anterior había fumado dos o tres cigarros, mi capacidad pulmonar se veía disminuida, así que me quedaba sin aliento bastante rápido. También te llevará a hidratarte mejor y luego, seguramente a comenzar a preocuparte por tus comidas, a darle mayor espacio a las nutritivas y dejar de lado las tipo «chatarra».
Por supuesto que además de estas razones, podemos encontrar muchas más, sin embargo he querido enfocarme en aquellas mucho más personales que no siempre se mencionan y que por lo menos a mí me han ayudado a no tirar la toalla. Así que te deseo, ¡un buen entrenamiento!

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Acerca del autor

Escrito por Irina Melgar

Mi pasión es escribir, el cine y caminar...!

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