Todos sabemos que la razón principal por la cual usamos la ropa ajustada, es debido a una cuestión de moda y por el deseo de lucir una apreciada estética en nuestros cuerpos, y aunque ello pueda merecer los mejores cometarios de parte de nuestro entorno, no nos damos cuenta del enorme daño que nos estamos causando a nosotros mismos.
En muchos casos incluso, hay mujeres que buscan entallar sus cuerpos en ropas más pequeñas que las que su cuerpo debe usar, es decir, que aún conociendo su talla verdadera, optan por usar una talla menor para sentirse más confortadas con ellas mismas.
Este efecto psicológico que busca sentirnos mejor con nosotros mismos puede ser perjudicial a la hora de evaluar el verdadero estado de nuestra salud, perjudicando seriamente nuestros músculos y sobre todo nuestra piel.
Además de ello, usar una prenda demasiado ajustada puede llegar a complicar seriamente nuestras articulaciones y eventualmente ocasionar incluso hernias.
Otro mal que no es ajeno a este tipo de tendencias a la hora de vestir, son la celulitis y las fastidiosas várices, ya que la obstrucción de una circulación normal de sangre en el organismo van a generar que las venas se dilaten.
Cuando las mujeres usan los pantalones muy apretados por ejemplo, se promueve el desarrollo de microbios en la zona establecida entre la piel y la ropa, pues al no contar con la oxigenación necesaria, estos organismos encuentran un mejor clima para seguir desarrollándose. Esto también trae como consecuencia la conocida y poco deseada cistitis.
Y en el caso de los pantalones demasiados apretados en los hombres, sobre todo en la parte de la entrepierna, se pueden generar serios problemas en la producción de espermatozoides, y en casos extremos, hasta la infertilidad.
La ropa debe usarse de tal manera que se permita una ventilación adecuada de la piel, con un cuidado especial en las zonas genitales y materiales que no perjudiquen la dermis.
Fuente: Prevención de Salud
Imagen: Crítica Digital
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