Los llamados frutos secos incluyen a las nueces, almendras, castañas, pistachos, cacahuates o maní, y avellanas, entre otros, y son una excelente fuente de energía y minerales.
Hay que aprender a incluirlas en nuestra dieta diaria en bajas cantidades para que no nos engorden, pero sí nos aporten sus grandes beneficios.
Los frutos secos son una gran fuente de vitaminas, energía, proteínas, minerales y son excelentes para el cerebro y el corazón.
Estos frutos, especialmente las nueces y avellanas, estimulan la acción de los neurotransmisores y favorecen a los procesos de memoria, previniendo el deterioro cognitivo.
Además, al actuar como estimuladores del sistema nervioso, influyen sobre el humor y el estado de ánimo. Por esta razón, los frutos secos son un componente importante en la medicina natural contra la depresión.
Sus grandes aportes nutricionales hacen a los frutos secos ideales para las dietas vegetarianas, ya que un pequeño puñado de estos alimentos aporta proteínas, fibras y minerales, como el zinc, azufre, magnesio, hierro, postasio, fósforo.
Pero los frutos secos son excelentes para conservar la buena salud del corazón, ya que reducen el colesterol malo, favorecen la buena circulación, evitan la formación de trombos, y actúan sobre los lípidos de la sangre.
Un consejo es comer cuatro nueces o cualquier otro fruto seco antes del desayuno, esa pequeña porción nos llenará de beneficios y no nos aportará grandes calorías. Estos alimentos también han demostrado ser eficaces para prevenir la arteroesclerosis .
Y lo más interesantes es que los frutos secos se incluyen dentro de los llamados alimentos afrodisíacos, porque estimulan el deseo sexual. Puedes incluirlos en preparaciones dulces o saladas.
Fuente: CosasDeSalud.
Imagen: ElConfidencial.
Tags Blogalaxia: Nutrición, Salud, Frutos secos.
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