Bajar algunos kilos es un deseo que tenemos muchos, y sin embargo es un proceso que siempre resulta difícil. Ya sea porque requiere un cambio fuerte en nuestros hábitos o porque solo lo logramos de manera temporal. Uno de los secretos para alcanzar el peso ideal y mantenerlo es identificar el área donde más tenemos problemas y actuar en consecuencia.
Hemos hablado anteriormente de los que tienden a una vida demasiado sedentaria y cómo remediar esta falta de ejercicio. A la par de la práctica de algún deporte, es básica una buena alimentación. Con eso no nos referimos a una dieta, sobre todo las de moda que permiten bajar muy rápido 10 o más kilos, sino a un programa para cambiar nuestra manera de comer.
Uno de los graves problemas de nuestra alimentación hoy en día es el consumo de alimentos procesados, en especial los que contienen harina refinada y azúcar. No tanto por sus calorías, sino porque crean una verdadera adicción física, lo que nos hace dependientes de ellos, y aumenta la dificultad para llevar una dieta sana y equilibrada.
Para solucionar este dilema, todo empieza a primeras horas de la mañana con una transformación del desayuno. En tu primera comida del día, procura evitar las comidas endulzadas, los productos con harina, como el cereal o el pan, y prefiere un desayuno con alto contenido de proteína, como los huevos, algo de lácteos y nueces. Esto te ayudará a controlar el antojo de comidas dulces por las siguientes horas.
Cuando sientas muchas ganas de comer algo dulce, intenta primero con las frutas. Debes saber que las frutas no tienen un efecto tan cargado como las galletas o cualquier producto de azúcar refinada, y con esto en mente toma en cuenta que tardarás entre 20 y 25 minutos en sentirte satisfecha, pero poco a poco irá bajando tu deseo por los otros tipos de snacks.
Fuente: WholeLiving.
Tags Blogalaxia: Salud, Nutrición, Perder peso.
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