Qué deliciosa es esa sensación que tenemos por las mañanas cuando nos miramos al espejo; ver nuestro vientre plano es el mejor aliciente para comenzar el día. Sin embargo, muchas veces, después de comer, sentimos cómo nuestro vientre se va hinchando sin razón aparente.
Al llegar a la noche es un desastre el hecho de sentir que los pantalones nos apretan más, pero no siempre sabemos cómo remediar esto. Por lo general, esta hinchazon se da por la acumulación de gases en el intestino y el estómago.
Estos suelen ser expulsados por distintas vías, pero no siempre se liberan. Es por ello que nos hinchamos. ¿Qué debemos hacer? Muy simple: conocer qué alimentos nos inflaman y comenzar a cambiar nuestros hábitos nutricionales.
- Las gaseosas. Aunque no lo creamos, las bebidas gaseosas (también la cerveza) son unas de las grandes causantes de que nuestro estómago se hinche. Esto porque las bebidas gaseosas contienen mucho aire, aire que se acumula dentro de nosotros. Haz la prueba de no tomar gaseosas por una semana y verás los grandes resultados.
- Las papas. Muchas personas sienten que se llenan de gases después de consumir papas, especialmente las fritas. Esto se debe a que las papas poseen gran cantidad de almidón y este suele fermentarse en los intestinos por medio de nuestras propias bacterias.
- Los lácteos. No todos tenemos intolerancia a los lácteos, pero los organismos de muchas personas no tienen la capacidad de absorver la lactosa de una manera adecuada, lo cual genera gran cantidad de gases y sensación de pesadez.
Para evitar esta sensación de hinchazón en el cuerpo, lo más recomendable es consumir fibra insoluble, presente en algunos vegetales y en el salvado de trigo, ya que este tipo de fibra regula nuestro tracto digestivo, además de ser una fibra que no genera gases.
Imágenes: Nutrición.
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