Qué es la fitoterapia y para qué sirve

La naturaleza está llena de secretos, que la ciencia a nuestros días, aún intenta descubrir en su totalidad. Desde tiempos antiguos, las plantas han sido la fuente de nuestros remedios, tratamientos y curaciones que con los avances de la tecnología y la ciencia hemos logrado concentrar en las pequeñas pastillas y dolorosas ampollas inyectables.

Sin embargo, aún para muchos males actuales, son las plantas las que mejor nos ayudan a prevenir, y en ocasiones combatir, las enfermedades que podamos desarrollar. En este sentido se desarrolla el campo de la Fitoterapia, una ciencia basada en el uso apropiado de las plantas para el tratamiento de ciertas enfermedades.

Conocer los beneficios y uso correcto de cada planta es una de sus principales bases, pues a partir de ahí podemos hallar una buena solución para pequeños problemas de salud, como un resfriado común o una inflamación por golpe.

Cada planta posee un ingrediente activo que sirve para curar y calmar diversos tipos de dolencias; son éstos los que las farmacéuticas potencializan en pastillas, jarabes, ungüentos y ampolletas para nuestro tratamiento inmediato.

Usos y aplicaciones

Depende del tipo de molestia que padezcas; por ejemplo, el caso más común es el de los cólicos estomacales los cuales se combaten con infusiones de anís, hinojo, toronjil y menta, por mencionar solo algunos.

Si te has torcido un pie por una mala pisada, se recomienda hacer cataplasmas de llantén y colocar sobre la hinchazón para ayudar a desinflamar.

Asimismo, si tienes la garganta inflamada y necesitas dar un discurso impostergable, se recomienda mascar una rodaja pelada y cruda de nabo para desinflamar (cosa que ocurre en pocos minutos).

Como podemos entender, hay muchas formas de aplicar el tratamiento, de ellas existen seis bien definidas que también nos ayudan a potenciar sus efectos.

  • Decocción. Se desmenuzan, hojas, raíces y tallos y se hierve unos minutos en una cazuela puesta al fuego. Luego dejar reposar y beber. Se recomienda para las hojas.
  • Infusión. Poner la planta en un recipiente fuera del fuego y añadir agua hirviendo. Tapar y dejar reposar. Se recomienda para raíces y tallos.
  • Tinturas. Macerar la planta en alcohol para extraer y conservar sus propiedades. Tomar luego unas gotas del preparado disueltas en agua o aplicar como frotación.
  • Compresas. Consiste en mojar un paño o algodón en una infusión y aplicarlo a la herida o golpe.
  • Cataplasmas. Se forma una pasta de hierba y agua y se sujeta a la piel con una gasa o venda. Se cambia cada cierto tiempo.

Fuente: Fitoterapia, BotanicalOnline, Naturamedic, Naturalternativa.

Imágenes: Natudelia, NutricionPro, AguasTransparentes.

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Acerca del autor

Escrito por Lidia Caparachin

Soy comunicadora social, apasionada del cine, el teatro y la música; me encanta viajar, los helados de fruta y las series policiales.

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  • La fitoterapia | OpenSportlife
    3 octubre 2011

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