Consejos para cuidar las rodillas

Las rodillas son las articulaciones más grandes del cuerpo humano; son las que soportan el peso del cuerpo y le dan la completa autonomía de movimiento. Sin embargo, son carentes de nervios, por esa razón cuando empiezan a doler son signo de que hay más de un órgano dañado que requiere atención lo antes posible.

Pero, ¿cómo podemos darnos cuenta de que nuestras rodillas están sufriendo desgaste o algún tipo de inflamación sin complicar a músculos y nervios? En realidad la única forma es la prevención.

Según expertos en traumatología, si tenemos en cuenta ciertas pautas para cuidar nuestras rodillas, en especial las rótulas, podemos evitar daños mayores o prevenir un desgaste prematuro.

Cómo prevenir

Mantener un peso adecuado permite que las rodillas, diseñadas para soportar un peso determinado, realicen su función sin problemas; su forma está diseñada para balancear los pesos, no para sostenerlos, por lo que al haber desequilibrio por el exceso de peso, quedan expuestas a sufrir daños en los tejidos y tendones.

Evitar quedarse de pie por varias horas y sin moverse, pues ello maltrata las rodillas al recargarle el peso corporal. El hecho que las articulaciones no se muevan hace que estas no se nutran lo suficiente y por ende no se renueven los tejidos. Cada ejercicio adecuado que se realice beneficia mucho a las articulaciones.

No exageres con los ejercicios de flexión. Cada vez que escalamos o subimos y bajamos escaleras estamos ejerciendo mayor peso en nuestra rótula, un hueso que funge de polea para multiplicar la efectividad de los músculos durante el movimiento y transporte. Una vez que este se desgasta se pierde la capacidad de movimiento.

La mejor forma de reconocer si tienes problemas con la rótula es poniendo atención a tu rodilla. Si al ejercitarte sientes que empieza a molestarte el frente de tus rodillas, suena al doblar las rodillas o sientes latir a tus rotulas, es signo que hay un desbalance y debes consultar lo antes posible al médico.

Pero mantener un peso adecuado no es suficiente, es necesario que los músculos mantengan una tonicidad adecuada, pues de lo contrario no pueden otorgar la tensión necesaria a la rodilla, ya que se apoyan en ella para realizar correctamente su movimiento.

Por último, es bueno ejercitarse bajo la supervisión de un profesional que nos brinde los ejercicios adecuados para calentar los músculos y las articulaciones  adecuadamente, de modo que podamos fortalecerlas  en lugar de dañarlas más.

Fuente: SusMedicos, AboutJoints, ConsumerAffairs.

Imágenes: LaFlecha, Parade.

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Acerca del autor

Escrito por Lidia Caparachin

Soy comunicadora social, apasionada del cine, el teatro y la música; me encanta viajar, los helados de fruta y las series policiales.

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