¿Comienzas el gimnasio? Conoce cómo debe ser tu entrenamiento

Es probable que en más de una ocasión, a pesar de practicar deporte, no hayas conseguido los resultados esperados. ¿Te has preguntado cuántos tipos de ejercicio has combinado y con qué frecuencia?

Recuerda que no toda la grasa es igual, la que se encuentra en torno del abdomen, alrededor de los órganos internos, es la más peligrosa cuando se trata de desarrollar graves problemas metabólicos. Y a la vez, es la grasa más resistente, y para eliminarla la combinación de dieta y ejercicio es la forma más eficaz de quemarla.

Para estar en forma, adelgazar o reafirmar tu figura, no basta con montarse en la bicicleta estática o en la cinta para correr. Para sacar el máximo partido al ejercicio y asegurar un estado de salud óptimo, debemos realizar una rutina de calentamiento y realizar un completo entrenamiento que haga trabajar todos los órganos de forma global.

Calentamiento

Dedicar los cinco primeros minutos a la actividad física escogida a realizar ejercicios con una intensidad suave, aumentando progresivamente, permite que los músculos estén más preparados para el ejercicio y minimiza el riesgo de lesiones.

Reducir el ritmo al final de nuestra sesión de calentamiento, con ejercicios también de forma global, ayudará a regular el ritmo circulatorio y a que el organismo se recupere mucho mejor.

Ejercicio cardiovascular

Mejora el funcionamiento de corazón, pulmones y sistema circulatorio. Actividades como andar a buen paso, correr, nadar o hacer bicicleta ayudan además a quemar calorías.

Ejercicio de tonificación

Se puede realizar con pesas, bandas elásticas o sin necesidad de ningún aparato, lo importante es que los músculos encuentren resistencia y así se fortalezcan. De esta manera no solo trabaja la musculatura, sino que se mejora el sistema óseo y evita la pérdida de masa muscular que a menudo se asocia con la edad y que se puede solucionar en gran medida con un buen entrenamiento.

Equilibrio

El realizar ejercicio nos ayuda a mejorar el equilibrio, pero otras actividades como el yoga, tai chi, pilates, etc., contribuyen a mejorar nuestra estabilidad y flexibilidad.

Entrenamiento abdominal

Fortalecer toda la musculatura de la zona del tronco y de la pelvis mejora, postura, protege los órganos internos y previene problemas de espalda. Disciplinas como el método Pilates, el yoga o un buen programa de entrenamiento de abdominales cuidan estos aspectos.

Estiramientos

Estos relajantes ejercicios aportan flexibilidad y ayudan a combatir la pérdida de elasticidad. Es recomendable asistir a sesiones exclusivas de estiramientos si piensas retomar el sano hábito de practicar deporte. Además los estiramientos ayudan a impedir contracturas musculares y lesiones.

Imágenes: MujerdeElite, Fucsia, Saludable.

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