Qué son los fibromas

Cuando pasamos de niñas a adolescentes vamos descubriendo una serie de cambios físicos, los cuales terminarán de constituir nuestro cuerpo y nos convertirán en mujeres, orgánicamente hablando. Pero junto con los cambios viene la aparición de nuevas dolencias y problemas de salud ante los que debemos estar alertas para tomar las medidas adecuadas de prevención.

Aparte de los molestos cólicos menstruales, puedo decir que estoy a salvo de los llamados «males femeninos». Sin embargo, he sido testigo de cómo algunos pueden afectar seriamente la vida de otras mujeres, en especial de las que padecen fibromas.

De seguro a muchas de ustedes la palabra les parece muy conocida. Y es que los fibromas son el otro nombre con el que se conoce a los tumores en el útero y que, según los especialistas, afectan a 1 de cada 5 mujeres menores de 50 años en el mundo, es decir, las que nos encontramos en edad de procrear.

Sin embargo, el que sean un tipo de cáncer no quiere decir que los fibromas sean mortales. En realidad son tumores benignos que se albergan desde la pared del útero, de la pared del útero hacia afuera (en la parte baja de la pelvis o el vientre) y desde la pared del útero hacia dentro, siendo esta última ubicación la que genera que tengamos sangrado abundante durante largos periodos de tiempo.

A continuación conozcamos algunos de los síntomas más comunes de quienes tienen fibromas:

  • Tener sangrado abundante y/o experimentar mucho dolor al menstruar.
  • Experimentar sangrado entre períodos.
  • Sentir pesadez en la parte inferior del vientre de manera frecuente.
  • Querer ir al baño con frecuencia.
  • Sentir dolor cuando se tiene relaciones sexuales.
  • Padecer incomodidad y dolor en la parte baja de la espalda.
  • Tener dificultad para embarazarse (infertilidad o incidencia de abortos espotáneos) y/o dar a luz prematuramente.

¿Cuál es la solución para estos casos? Pues el remedio más indicado es someterse a una intervención quirúrgica llamada histerectomía, a través de la cual se extirpan el útero y, en varios casos, los ovarios y las trompas de Falopio. Claro que al retirar estas partes del órganos reproductor femenino, la consecuencia será que no podremos ser madres, por lo menos no biológicamente. De ahí que sea importante revisar otras alternativas no quirúrgicas antes de llegar a este procedimiento.

Por ejemplo, uno de los tratamientos que está teniendo gran acogida actualmente es la embolización del fibroma uterino. Este consiste en colocar catéteres en dos arterias uterinas e inyectar partículas para bloquear el flujo sanguíneo al fibroma, de manera que no haya circulación sanguínea en ellos y terminen por desaparecer al cabo de medio año, aproximadamente.

Ojo que no todos los tratamientos son idóneos para todas las mujeres, pero con una buena orientación podremos descubrir cuál es el que mejor se ajusta a nuestro organismo, si es que somos víctimas de este padecimiento.

Fuentes: Instituto Nacional Sobre El Envejecimiento, Somerset, MedlinePlus.

Imágenes: Foro Vida Natural, Uno más en la Familia.

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Acerca del autor

Escrito por Vicky Sampi

Publicista de 1.54 mts. con aficiones periodísticas, gusto por la lectura, el vino, las caminatas y la buena compañía. Muy pronto aprendiz de cocina (nuevamente).

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