Temida y aborrecida por todas las mujeres, la llegada de la menstruación hace experimentar cambios físicos y emocionales que ponen a muchas de nosotras al borde de un ataque de nervios. Nuestro gran malestar es popularmente conocido como dolor menstrual o simplemente dismenorrea.
La dismenorrea agrupa a un conjunto de síntomas que aparecen antes de la regla o menstruación y que suelen durar toda la vida, aunque pueden ir disminuyendo con el paso del tiempo. Normalmente la padece el 30% a 50% de mujeres en el mundo, cuyo organismo libera una sustancia llamada prostaglandina.
La prostaglandina es responsable de que las contracciones del útero sean más fuertes y se reflejen en un intenso y a veces insoportable dolor que les impide continuar con su rutina. Así mismo, puede ser consecuencia de inflamaciones a la pelvis y endometriosis, que ocurre cuando el tejido endometrial crece fuera del útero y que puede producir infertilidad.
Entre los síntomas más comunes de la dismenorrea se encuentran los calambres en la pelvis, dolor en la espalda y piernas (con la sensación de haber cargado un gran peso), dolor de cabeza y sensación de debilidad, acompañado de náuseas, vómitos e incluso desmayos.
Como durante la dismenorrea también se produce una baja de serotonina (neurotransmisor que se encarga de regular nuestro estado de ánimo), también se puede experimentar malhumor y tristeza, que se superan pasada la menstruación.
La dismenorrea puede tratarse con medicamentos para disminuir la producción de la prostaglandina, de los cuales algunos pueden causar irritación al estómago. Pero también existen formas caseras de disminuir los síntomas, por ejemplo, tomando infusiones de hierbas relajantes (manzanilla y hierba luisa), así como abrigar el cuerpo con una manta eléctrica o bolsa de agua caliente para generar calor y hace que la sangre fluya mejor y sin ocasionar dolor.
Fuente: Tuotromedico.com
Imagen: A Través de Venezuela
Tags Blogalaxia: Salud, Menstruación, Dolor Menstrual, Dismenorrea.
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