Cómo aliviar los dolores de cuerpo al despertar

La rigidez por las mañanas o la falta de movilidad al levantarnos es un problema que muchas mujeres experimentamos durante alguna etapa de nuestra vida. No es necesario padecer artrosis o problemas de cadera para sentir estas molestias, ya que las causas pueden ser diversas: dormir en un colchón demasiado blando o muy duro, adoptar una mala posición para el descanso, el estrés, etc.

Cambiando algunos hábitos en nuestro descanso nocturno notaremos cómo estos dolores de cuerpo matutinos van mejorando:

  • Evita dormir boca arriba o boca abajo, lo mejor es hacerlo de lado.
  • No apoyes las manos bajo la almohada, ya que se pueden «dormir».
  • En cuanto al grosor de la almohada, este debe tener una altura media que salve la distancia que queda entre la cabeza y el colchón, de tal manera que tu cuerpo quede recto.

Mientras te duchas por la mañana, aplica un chorro de agua caliente en la zona cervical y realiza ejercicios durante 5 minutos, estos te permitirán mover las articulaciones, calentar la musculatura y ayudarán a disminuir la sensación de rigidez:

Asiente con la cabeza acercando suavemente la barbilla hacia el pecho y vuelve a la posición inicial. Luego haz el gesto de «no» girando la cabeza hacia un lado y el otro lentamente; a continuación, inclínala como si quisieras acercar la oreja a un hombro y después al otro; por último, levanta los hombros en dirección a las orejas y después bájalos muy despacio.

Antes de dejar la cama realiza el siguiente estiramiento que te ayudarán a levantarte si ningún esfuerzo: si sientes dolor en la caderas, estírate boca arriba sobre la cama y dobla lentamente una rodilla deslizando el talón hasta que el pie quede plano. Inclina la rodilla hacia los lados y vuélvela a estirar. Repite el ejercicios diez veces alternando con la otra pierna.

Para relajar la espalda realiza estos ejercicios que te ayudarán a ganar flexibilidad y descargar esta zona:

  • Estírate boca arriba con las rodillas flexionadas y los pies apoyados. Inclina las dos piernas hacia un lado y después hacia el otro sin levantar la espalda. Repite el ejercicio 8 veces.
  • De pie, inclina el cuerpo hacia un lado levantando el brazo contrario por encima de la cabeza. Repite 5 veces hacia cada lado.
  • También de pie, flexiona un poco las piernas y dobla el tronco hasta llegar con las manos al suelo, de forma que el pecho quede pegado a los muslos. Mientras intenta estirar las piernas. Repítelo 3 veces.

Fuente: Manual Saber Vivir 2010.

Imágenes: RubenBSoto, HealtyAmigo, ImagenFemenina.

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