La silimarina también es conocida como cardo marino, y es posible encontrarla en amplias zonas del mundo.
Las propiedades que se le están descubriendo a esta planta no dejan de asombrar a la comunidad científica.
Entre los beneficios más destacables de la silimarina se encuentra la función de regeneración hepática, ya que esta planta estimula la síntesis de proteínas, permitiendo que las células dañadas sean renovadas.
Pero, además, el cardo marino es muy utilizado para el tratamiento del hígado graso, un trastorno muy frecuente en hombres y mujeres.
La silimarina trabaja aumentando los niveles de glutatión y produciendo antioxidantes. También previene las inflamaciones y infecciones hepáticas, por lo que se la puede considerar como la planta protectora del hígado.
Es tal la potencia de la silimarina, que se está investigando su uso como antídoto para contrasretar los efectos del enevenamiento por setas y para los efectos sobre el hígado provocados por las terapias de rayos.
La silimarina ha mostrado buenos efectos en el tratamiento de cirrosis, hepatitis, cálculos, estreñimiento, ictericia, psoriasis. Además, es un buen remedio natural contra la resaca y la digestión pesada.
También se le han encontrado propiedades que favorecen la circulación sanguínea, siendo indicadas para el tratamiento de las hemorroides, las várices y las pérdidas de sangre frecuentes por la nariz.
Antiguamente, el cardo marino se utilizaba como una medicina natural para combatir la depresión, por lo que se están investigando sus efectos sobre el sistema nervioso y anímico.
Como verás, la silimarina es muy buena para tenerla siempre a mano en el botiquín. Se consigue en farmacias naturales u homeopáticas, y viene en forma de cápsulas que se toman una vez al día. También puedes comprar cardo marino disecado y beberlo en infusiones.
Fuente: NuevaSalud.
Imagen: Taringa.
Tags Blogalaxia: Salud, Medicina natural, Silimarina.
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