Las grasas buenas y las malas: ¿cuáles debemos comer y cuáles no?

Al escuchar la palabra «grasa», viene inmediatamente a mi mente la imagen de un gran plato de papas fritas. Estoy en lo cierto, esta comida es una de las que más grasa contiene, pero no la única. Muchos alimentos en apariencia inofensivos pueden aportarnos grasas «no muy buenas» para nuestro organismo.

Podemos concedernos un capricho de vez en cuando, pero siempre sabiendo qué es lo que estamos comiendo. Y es que a pesar de su mala fama, las grasas son necesarias. En nuestra búsqueda incesante de información para estar sanos y mantener el peso adecuado encontré este listado de alimentos ricos en grasas, permitidas y no permitidas.

Las grasas de consumo limitado…

¿Sabías que las personas que ingieren mayores cantidades de fritos y rebozados (papas, nuggets, pescado, etc.), tienen mayor posibilidad de tener sobrepeso? En los embutidos abundan perjudiciales grasas saturadas y mucha sal. Debemos desterrarlos de nuestra dieta habitual, solo tomarlos ocasionalmente y en pequeñas cantidades, o elegir la pechuga de pavo o pollo sin sal.

Es la base de muchas salsas y forma parte de los ingredientes de platos de la cocina tradicional. Hablamos de la mantequilla, sin embargo, en exceso puede ser perjudicial para el colesterol.

El coco es delicioso y aparentemente inofensivo, pero tiene un alto contenido en ácidos grasos saturados, por lo que se debe consumir en pequeñas cantidad, si queremos evitar el colesterol.

Debemos moderar el consumo de:

  • Las aceitunas son un buen aperitivo, si se toman con moderación. Ten en cuenta que contienen grasas monoinsaturadas.

  • El aguacate es una fruta rica en grasas buenas que protegen el corazón, pero también es muy calórica. La cantidad ideal es una pieza por semana.
  • Los quesos, cuanto más curados, más grasa contienen, así que decántate por las variedades tiernas y light.

  • Las salsas, son calórica y ricas en grasas. Para hacerlas más saludables, ligeras y fáciles de digerir puedes utilizar yogur en su preparación.

¿Y las grasas que sí podemos comer?

Una excelente fuente de calcio son los lácteos desnatados, que tienen menos de un 1% de grasa. El yogur, queso fresco o requesón, son las mejores opciones, además de deliciosas.

El pescado azul, rico en omega 3, favorece la circulación, regula la tensión arteria, reduce los triglicéridos y previene la obstrucción de arterias. Más completo no puede ser, por ello desde ya forma parte de los alimentos que no pueden faltar todas las semana en la alimentación de mi familia.

Sin tostar, ni salar, los frutos secos son el snack ideal. Aportan grasas monoinsaturadas, que ayudan a reducir el colesterol. Cocinemos con aceite de oliva, ya que contiene grasas buenas que contribuyen a disminuir el colesterol malo; por otro lado, es algo calórico, por lo que con tres cucharadas al día es suficiente.

Ahora que ya sabemos cómo administrar las grasas en nuestra alimentación diaria, o dieta para bajar de peso, podemos elaborar mejor nuestros menús diarios. Anímate y comparte con nuestra comunidad, tus mejores propuestas.

Fuente: Revista Clara agosto 2011.

Imágenes: Femenic, BellezaChicas, ViajeJet, AceiteOliva, LaCocinadeBender.

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