Nunca como ahora se debate y habla tanto sobre la importancia de una alimentación sana para conservar la salud. Sus principios son muy simples y se sustentan en el principio de comer una gran variedad de alimentos diferentes y que se complementen entre si.
Pero hay que tener en cuenta que los alimentos que elijas te proporcionen los nutrientes esenciales para el crecimiento y el mantenimiento de tu organismo, igualmente para la restauración de la sangre, de los tejidos y de los órganos vitales.
Una alimentación adecuada contribuye a una buena salud, y te protege de las enfermedades. Sin embargo, hoy en día una gran parte de las personas comen de manera incorrecta, ya que ingieren excesivas grasas saturadas, carbohidratos elaborados y por ende excesivas calorías; a esto se agrega que ingieren muy poca fibra, y llevan una vida sedentaria.
La solución no reside en seguir dietas que la mayoría de veces no podemos seguir sino en ir introduciendo pequeños cambios en las costumbres dietéticas. Por ejemplo, ir sustituyendo de a pocos los alimentos ricos en grasas saturadas por aquellos que contengan grasas buenas o poli-insaturadas y mucha fibra.
Debes comer diariamente una diferente gama de alimentos pertenecientes a las cinco grandes categorías: pan, cereales, y otros productos a base de granos, fruta, verduras;carne, pollo, pescado, huevos y otras fuentes de proteínas vegetales tales como las menestras, las arvejas, las nueces y las semillas y productos lácteos.
Fuente: Revista Natura
Imagen: Adelgazar.net
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