Cómo mantenerte saludable si trabajas de noche

¿Entras a trabajar a las 8 pm? ¿Tu trabajo tiene turnos rotativos? ¿Viajas mucho y sufres de Jet Lag? Probablemente te preocupe tu salud y no sepas qué hacer para evitar que el cambio de horario maltrate tu cuerpo.

Las personas que tienen que soportar los turnos de noche suelen presentarse síntomas como irritabilidad, humor cambiante, estreñimiento, falta de apetito, dificultades para conciliar el sueño, fatiga y estrés.

El trabajador tiene que adaptarse a 3 restricciones:

  1. La laboral.
  2. La social.
  3. La biológica.

La laboral es obligatoria. La social incluye a la familia, reuniones, amigos, actividades de esparcimiento. La biológica está constituida por los ciclos circadianos. Ellos hacen que muchas funciones corporales estén disminuidas de noche.

El trabajador nocturno tiene que decidir si hace coincidir el punto más alto de sus ciclos circadianos con sus obligaciones sociales (diurnas) o con las laborales (nocturnas). Se ha visto que estas personas generalmente eligen las obligaciones sociales, lo que origina un desajuste grave que afecta su salud, al sobre esforzar y estresar al organismo durante el trabajo nocturno.

¿Cómo puedes ayudar a tu cuerpo a soportar las exigencias de estos horarios?

Date cuenta que sobre esforzar tu organismo va a causar muchos problemas de salud (física y mental) a corto y largo plazo. El largo plazo puede incluir enfermedades cardiacas y del sistema nervioso, sobrepeso e hipertensión. Por eso, si sabes que tienes que hacer un turno de noche, evita cualquier tipo de compromisos y descansa durante el día, preferiblemente en un ambiente oscuro y callado.

Acostumbra a tu organismo a establecer una nueva rutina. Si bien los ciclos circadianos están determinados por la luz solar y no podemos hacer nada para cambiarlos, existen otros ciclos en el organismo no controlados por la luz sino por otras actividades, como la comida y el sueño. Por ello debes reprogramar cuidadosamente tus horarios de alimentación y descanso y respetarlos a toda costa.

Aunque vayas a estar en vela o en actividad toda la noche, tu estómago no trabaja tan bien a esta hora. Por ello elige siempre comidas suaves y poco condimentadas en la cena, prefiere ensaladas y platos ricos en carbohidratos como arroz o trigo o maíz y carnes bajas en grasa, guisos, sancochados y salteados. Evita aquellos alimentos que provocan flatulencia. No comas abundantemente en la cena porque esto puede provocar soñolencia y poner en peligro tu capacidad para realizar la actividad que tengas que cumplir.

Muchas veces se presenta acidez en quien está despierto en la madrugada. Y esta es agravada por la sensación de hambre. Uno de las mejores técnicas para calmar la acidez es comer pequeños bocados de tostadas untadas con queso sin grasa o verduras sancochadas como zanahorias, espárragos o betarragas. También puedes probar con gelatinas o compotas de frutas y galletas muy bajas en grasas. Lo que sí debes recordar es tomar tu merienda siempre a una misma hora.

Aunque el clima o el ambiente de trabajo sean calurosos, recuerda que tus ciclos circadianos determinan que en la noche, tu cuerpo posee una menor capacidad para calentarse. Ayúdalo abrigándote apropiadamente.

Bebe suficiente agua. Si estás en actividad, también necesitas hidratarte en la noche. Tal vez sea recomendable que prefieras bebidas tibias o calientes, como infusiones. Evita el café, el té, el chocolate, gaseosas y jugos con colorantes.

Fuente: Fundación Eroski, boletín semanal sobre alimentación

Imágenes: barman.fr, matwidev.com.ar, lrscostarica.blogspot.com

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Acerca del autor

Escrito por Rocío Milagros Gálvez

Soy Nutricionista de profesión, me dedico a la investigación, a escribir un poco y a aprender todo lo que pueda! Siempre quise ser pintora, fotógrafa y cuidar de la salud de los demás :) Para mí, el momento perfecto es estar sentada frente al mar con un buen libro.

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