Ejercicios para trabajar al aire libre

Vivir cerca del campo o de la playa tiene sus ventajas en lo que se refiere a entrenamientos y ejercicios. Por ejemplo, se dice que realizar ejercicios en el campo te ayuda a ampliar la capacidad respiratoria y favorece el intercambio de oxígeno celular.

De otro lado, desarrollar lo mismo en la playa, tiene el beneficio de purificar la sangre y nutrir la piel con potasio, zinc y sodio, componentes que tienen la arena y el agua del mar. Asimismo, los rayos solares ayudan al fortalecimiento de los huesos, siempre que sea con cierta protección.

Consejo básico

Antes de empezar a realizar ejercicios es calentar el cuerpo. Lo ideal es que este ejercicios incluya a todos los músculos, como trotar al parque, o en la orilla en la playa, caminar a un mismo ritmo, o manejar bicicleta alrededor del parque. También puedes intentar saltar la soga manteniendo un ritmo promedio para no cansarte en vano.

Si cuentas con mancuernas y una rutina, puedes aplicar estos ejercicios a orillas del mar, el lugar ideal. Además los pies se van puliendo con la arena, dejando tus pies y uñas increíblemente suaves y brillantes.

En caso no tengas implementos a usar, puedes seguir esta rutina que no solo potenciará el calentamiento previo sino que te ayudará a preparar los músculos para una acción mayor, como iniciar una rutina de entrenamiento deportivo, como el tenis, el voley o el baloncesto, entre otras.

Extremidades superiores

Puedes realizar una serie de 10 repeticiones de prensa de pecho. Para ello solo requieres separarte a 60 cm. de la pared, separando los pies a la altura de los hombros. Luego coloca las palmas rectas en la pared (o árbol); luego, sin mover los pies del piso, procede a realizar las planchas.

Otro ejercicio básico son los abdominales. Para ello solo acuéstate en la arena o pasto y flexiona las rodillas con las plantas apoyadas al piso. Luego coloca un toalla alrededor de tu cuello y sostén cada extremo.

Luego, sube y baja rápidamente el tronco mientras contraes el vientre. Usa la toalla en tu cuello como un soporte de tu cabeza y no jales de él para evitar lastimarte el cuello.

Extremidades inferiores

Aquí puedes realizar las populares sentadillas, separando los pies a la altura de las caderas y cruzando los antebrazos al frente, baja las caderas hasta la altura de las rodillas con la espalda totalmente recta.

También puedes optar por apretar un rollo de toalla entre las rodillas mientras te ubicas sentada en el piso con las rodillas flexionadas hacia el pecho y sujetadas por el talón con las manos para evitar caer de espaldas.

Fuente: EnPlenitud, Hola.

Imagen: Enervizante.

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Acerca del autor

Escrito por Lidia Caparachin

Soy comunicadora social, apasionada del cine, el teatro y la música; me encanta viajar, los helados de fruta y las series policiales.

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