1.Un lugar especial
Procura que en tu habitación reine la tranquilidad y el silencio. Debe tener solo los objetos necesarios y estar ordenada. Decórala y ambienta la luz de acuerdo a tus gustos, que este lugar sea un templo para ti. Tu cama es solo para descansar y estar con tu pareja.
2. Establece un horario
Intenta levantarte e ir a dormir a la misma hora todos los días. Entrenar a nuestro cuerpo de cara al sueño hará que nos durmamos también más rápidamente y nos despertemos más frescos. Organiza tu sueño de forma responsable.
3. Realiza actividades físicas
Luego de trabajar o estudiar, necesitar relajarte. Puedes salir a caminar, correr, nadar, hacer yoga o practicar algún deporte que te guste. Recuerda no hacer ejercicio antes de dormir, excepto los de relajación.
4. Evita algunas sustancias
El alcohol, el tabaco, la cafeína y los somníferos pueden ser muy perjudiciales para tu salud y repercutir negativamente en tu rutina de sueño. Mientras menos consumas estas sustancias más posibilidades de tener un mejor descanso tendrás.
5. La tecnología se queda afuera
El móvil, el portátil o la televisión deberán estar fuera de la zona de descanso. Los expertos aseguran que las imágenes de las pantallas excitan el cerebro, aunque también es verdad que algunos se quedan dormidos. Por otra parte, la luminosidad de la pantalla confunde a la glándula pineal, que es la que segrega la melatonina.
6. Si tomas siestas que sean cortas
Dormir la siesta es beneficioso para continuar con energía el resto del día, pero no si son extensas. Lo recomendable es descansar un máximo de 20 minutos, si es más en la noche será difícil conciliar el sueño.
7. Si no consigues dormir…¡haz algo!
Levántate, ponte a leer un poco, y luego vuelve a la cama. Dar vueltas y vueltas no acelerará el proceso. Quedarse en la cama tras 20 minutos de haberse ido a dormir es un indicador de que no estamos relajados y costará quedarnos dormidos.
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