Diversas marcas y variedades de yogurt se promueven anunciándose como «probióticas» y aseguran que esta característica garantiza la baja ingesta de calorías, el aumento de la energía corporal, entre otros beneficios.
Sin embargo, es necesario tener a la mano la información detallada con respecto a esta palabra y sus reales implicancias. Esto debido a que es una práctica común que ciertas empresas inescrupulosas ofrezcan componentes probióticos en sus productos sin contenerlos en las medidas y cantidades requeridas por las normas internacionales para acceder a esta calificación.
Pero ¿qué es un probiótico?. Los probióticos son nada mas ni nada menos que bacterias, microorganismos vivos que son incluidos en la composición de un alimento -generalmente derivado de productos lácteos- y que permanecen activos durante el proceso de digestión, protegiendo y fortaleciendo la flora intestinal para favorecer la absorción de nutrientes.
En los alimentos probióticos, el efecto positivo de la presencia de dichas bacterias solo será posible si estas se encuentran en la cantidad suficiente como para adherirse a las mucosas intestinales y ejercer su acción protectora, de lo contrario, su paso por el aparato digestivo será totalmente desapercibido. Algunos yogurts frescos contienen porcentajes altos de las llamadas lactobacterias y bifidobacterias, capaces de adherirse a los intestinos y cumplir con su función de manera efectiva.
El problema es que algunos productos se anuncian como probióticos sin serlo realmente. La norma utilizada para determinar la naturaleza probiótica de estos productos es la denominada Codex para Leches Fermentadas, de alcance internacional y vigente desde el año 2003. El parámetro que establece esta norma es que un alimento lácteo, para ser considerado probiótico y tener el derecho a incluir esta palabra en sus etiquetados, debe tener una cantidad no menor de 10 millones de bacterías probióticas viables por gramo.
Los alimentos probióticos son recomendados, por lo general, para personas que sufren de intolerancia a la lactosa, así como para quienes padecen de gastritis u otras dolencias gastrointestinales. Por eso, tome en cuenta las especificaciones contenidas en la composición real del yogurt que decida llevarse a casa para no caer en esperanzas vanas de mejoría consumiendo un producto que no se ajusta a sus necesidades.
Fuente: Alerta Nutricional, Wikipedia
Imagen: Mark on the corner, Alerta Nutricional
Tags Blogalaxia: Alimentacion, Vida sana.
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