El cáncer al colon es una de las enfermedades del tracto digestivo más temidas de los últimos 20 años. Su incidencia ha aumentado de manera alarmante y puede atacar – como todos los tipos de cáncer – a cualquier persona, sea cual sea su estrato socio-económico- cultural.
Las recomendaciones médicas, los casos de personajes conocidos de la farándula o el arte que lo han padecido y el dominio cada vez mayor que los ciudadanos de a pie tienen con respecto a este terrible mal han traído al primer plano al intestino grueso, durante años ignorado a pesar de su importante misión en el organismo humano.
Pero esta preocupación – 100% justificada y atendible – ha motivado que esta vez se relegue al intestino delgado, no menos importante por cierto. ¿Es que el intestino delgado no es también una probable fuente de males digestivos si no se toman las precuaciones necesarias? Desde luego que sí, y estos malestares son más comunes de lo que se cree y piensa.
Se les conoce como enfermedades celíacas, y no son otra cosa que la intolerancia y/o reacción alérgica al gluten. La también llamada celiaquía – palabra que proviene del griego «koiliakos» y que significa «el que sufre del intestino» – se puede presentar en cualquier etapa de la vida y produce serios trastornos que van desde simples y controlables diarreas hasta la muerte debido a la mala absorción de nutrientes.
Esto es debido a que la principal característica de la condición celíaca es la destrucción gradual de las vellosidades del intestino delgado, lo cual produce insuficiencias al momento de captar los alimentos que el cuerpo necesita.
¿Y cómo tratarla? Pues hay una sola forma: Evitando el consumo de gluten. Las personas que son diagnosticadas como celíacas (a través de una biopsia intestinal) deben seguir una dieta sin gluten de por vida y de estricto cumplimiento.
El consumo de frutas, semillas de girasol, arroz, maíz y soya favorecen la alimentación de la persona que sufre este malestar. En cambio, las personas que padecen de esta terrible enfermedad deben evitar por completo el consumo del trigo y sus derivados (dentro de los que se incluye la pastelería) así como de la avena.
Sin embargo, hay algunos productos que normalmente etiquetamos como «no aptos» para celíacos (como masa para pizza) que son elaborados siguiendo ciertos procesos que los hacen aptos para su consumo. Por ese motivo, el tema del etiquetado en los productos («libre de gluten») es fundamental en este caso.
Fuente: Enciclopedia Salud, Wikipedia
Imagen: Enciclopedia Salud
Tags Blogalaxia: Salud, Alimentación, Vida sana, Consejos.
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