¿Te has entregado a una dieta con la que perdiste los 5, 8 o 12 kilos que tenías de más? Muchas veces, el gran problema que surge después es mantenernos en nuestro peso deseado, y por eso los doctores cada vez más en lugar de hablar de dietas, nos animan a cambiar nuestro estilo de vida.
Los trucos que compartiré contigo hoy no tienen que ver con fórmulas increíbles, sino mas bien con pequeños cambios que puedes incluir en tu día a día, que te llevarán a una rutina más sana con la que podrás ir perdiendo peso sin darte cuenta. ¡A mí me funcionaron!
Toma una caminata justo después de comer
Definitivamente, ya debes saber que caminar es un excelente ejercicio para bajar de peso. Sin embargo, es mucho más efectivo cuando se realiza justo después de comer. Lo confieso, por lo menos a mí me gustan mucho los almuerzos generosos y eso a veces puede traerme problemas de digestión y a largo plazo también de peso. Pero encontré la solución perfecta con mis paseos de 20 a 30 minutos.
Comienza tu almuerzo con una sopa o ensalada
Según diversos estudios, cuando incluimos una entrada tipo sopa o ensalada (bajas en calorías), nos sentimos satisfechos antes, así que nuestro plato principal puede disminuir 20%. Para que realmente sea efectivo y no te canses rápido con la idea, procura variar lo más posible. Toma un recetario y empápate de las diversas cremas, sopas o combinaciones de verduras que encuentres.
Usa vajilla de color azul
Mc Donald’s utiliza el rojo y el amarillo en su decoración, porque según las investigaciones esos colores, así como el anaranjado, nos llaman a comer. Así que es momento de variar tus platos por unos azules, que te puede ayudar a disminuir las ansias de seguir comiendo. ¡Inténtalo!
¡Adiós a las salsas!
Renuncia de una buena vez a la mayonesa y al ketchup, puedes escapar de 200 calorías en tu día simplemente evitándolas en tus comidas. Prefiere la mostaza, la palta (aguacate), el queso light o algún aderezo light para acompañar tus ensaladas o sánguches.
Incluye huevos en tu desayuno
Según algunas investigaciones, comer huevos en el desayuno puede ayudar a perder hasta 65% de peso. ¿Cuál es la explicación? Incluir proteínas por la mañana que causan una mayor sensación de saciedad y demoran más para digerir, reducirá tu apetito a lo largo del día.
Aléjate de la televisión
¡Sí! En verdad es lo peor que podemos hacer: comer frente a nuestros programas de televisión favoritos. ¿Por qué? Perdemos conciencia total de nuestra actividad principal que es almorzar o cenar. Podemos llegar a comer 40% más que si nos enfocáramos en nuestro plato. Por la misma razón, intenta en lo posible comer lentamente. Demórate al masticar y te saciarás antes de lo previsto.
Controla el azúcar
Mucho de lo que hacemos en nuestra vida depende de la costumbre. Tenemos ciertos hábitos que no necesariamente nos benefician, pero de los que no somos del todo conscientes. El uso del azúcar es uno de ellos. ¿Cuántas cucharadas le pones a tu café o a tu té? Comienza por disminuir la cantidad para que tu paladar se vaya acostumbrado, lo ideal es que termines eliminándola completamente. En su defecto, utiliza un edulcorante natural, como la Stevia.
Evita los envasados
¡No lo olvides! Cualquier comida envasada o procesada, tendrá muchas más calorías que su versión natural. Los embutidos, los jugos envasados, las gaseosas, las golosinas, los congelados… ¡Todos son enemigos de un peso ideal! Piénsalo la próxima vez que te toquen las compras en tu supermercado. Tal vez sea difícil evitarlos del todo por cuestión de tiempo, pero comienza con pequeños cambios: una manzana en lugar de unas galletas de chocolate a media mañana.
Disminuye tu estrés
La ansiedad y el estrés pueden ser enemigos de nuestra salud en diversos sentidos. Y también lo son cuando queremos perder peso. El cortisol es la hormona que se genera en nuestro cuerpo cuando sufrimos de cuadros de tensión y también evita que eliminemos la grasa, ubicándola justo en las zonas donde no la deseamos: caderas, abdomen y muslos.
Así que para reducir tus niveles de estrés, tómate 10 minutos durante tu día para concentrarte en tu respiración, estírate y trata de sacar los problemas de tu mente.
¡No te mates de hambre!
Muchas personas fracasan en su intento por bajar de peso, porque piensan que deben matarse de hambre para poder conseguirlo. En realidad se trata de aprender a escoger lo que comen y las cantidades necesarias.
Así que un buen truco para no caer en la tentación es hacer caso de tu hambre con algo adecuado. Por ejemplo, puedes tener en tu refrigeradora vasitos de yogur light, frutos secos en el cajón de tu oficina, o palitos de apio y zanahoria cortados. ¡Nunca te saltes comidas! Lo único que conseguirás es volver tu metabolismo más lento con lo que evitarás la pérdida de peso.
Fibra, fibra y más fibra
Puede llegar a tener un papel importantísimo en nuestro camino para perder peso, porque en general te ayudará a eliminar los desechos de tu organismo. Lo mejor de todo es que produce una sensación de saciedad que te ayudará a controlar tu apetito. Los alimentos que contienen fibra son los integrales, el salvado de trigo, las verduras, la manzana, el apio, el brocoli y la zanahoria.
¿Anotaste? Modificaciones casi imperceptibles pueden traerte increíbles resultados a largo plazo. No dudes en aplicar estos truquitos para mantener tu peso ideal y verte regia en todo momento.
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