Suplementos vitamínicos: ¿cuándo tomarlos y para qué sirven?

Las vitaminas y minerales son esenciales para el buen funcionamiento de tu organismo. Vienen a ser como el fosforito que necesita tu cuerpo para prender el fuego. Seguramente, alguna amiga te ha mencionado que está tomando vitamina E o A para tener una mejor piel o cabello. A mí me ha pasado varias veces, pero no me he animado a tomarlas, así que decidí investigar un poco sobre el tema.

Ten en cuenta que las necesidades nutricionales de tu organismo se deberían cumplir con una dieta variada. En algunos casos, los suplementos de vitaminas o minerales pueden ser útiles, porque terminan de cubrir los nutrientes que no se están asimilando en las cantidades recomendadas.

Si tu alimentación es balanceada, es posible que los suplementos no te den mayores beneficios o incluso excedas los niveles recomendados, lo que con el tiempo podría traerte alguna complicación de salud. Por eso siempre es bueno consultar con un médico antes de tomarlos.

¿Para qué sirven las vitaminas?

  • La vitamina A mantiene saludables tus dientes, piel, huesos y algunas funciones reproductivas. La encuentras en zanahorias, espinacas, col o yema de huevo, por mencionar algunos.
  • Las vitaminas del tipo B son esenciales para diversas funciones metabólicas. Por ejemplo, la vitamina B12 es esencial para la formación de proteínas que forman los músculos. Las carnes y vegetales de hoja verde las contienen.
  • La vitamina C ayuda en la formación de colágeno esencial para la piel y además ayuda en la absorción de hierro (esencial para la energía). La encuentras en las frutas cítricas como la naranja o las fresas.

  • La vitamina D mantiene tus dientes y tus huesos fuertes. Se produce cuando recibes la luz del sol sobre tu piel (¡nunca olvides el bloqueador!).
  • La vitamina E es un aliado contra el envejecimiento y favorece la circulación de la sangre a través de tu organismo. Encuéntrala en el germen de trigo o en los frutos secos como la almendra.

¿Quiénes deben tomar vitaminas?

  • Personas de más que 45 años deben consumir la vitamina B12, ya que frecuentemente su capacidad para absorberla de las comidas se reduce. Sin embargo, la vitamina B12 usada en suplementos es asimilada más fácilmente.
  • Las mujeres que deseen embarazarse y las jóvenes adolescentes deben incluir comidas que sean fuente de hierro junto a una fuente de vitamina C, para facilitar su absorción por parte del organismo. Si su dieta no los contiene (carnes, menestras o verduras de hoja verde), un suplemento puede ser una buenísima opción.
  • Si estás embarazada, definitivamente tu médico ya debe haberte prescrito ácido fólico.
  • Los adultos mayores, personas con piel muy oscura o las que no suelen exponerse mucho al sol, pueden necesitar consumir suplementos de vitamina D.
  • Ciertas actividades cotidianas, como situaciones de estrés, el consumo de tabaco (vitamina C) o de alimentos azucarados (vitamina B1), pueden hacer necesario que tomes suplementos. Fue una de las razones que tuve para dejar el cigarrillo.

¡Preguntas acerca de las vitaminas que debes hacerte!

Antes de pensar en tomar vitaminas, es necesario que tomes en cuento ciertas consideraciones y puedas responderte las siguientes preguntas:

  • ¿Tienes solo dos comidas al día o son muy reducidas?
  • ¿No incluyes en tu dieta carnes, leche o derivados de la leche?
  • ¿Comes menos de 5 raciones de frutas o verduras cada día?
  • ¿Has perdido o ganado más de 4 kilos en los últimos seis meses?

Estos temas debes discutirlos con tu médico antes de decidir si tomarás una vitamina o suplemento nutricional. No olvides que no son un sustituto para una dieta saludable y que no reemplazan las comidas.

¿Y qué pasa con el exceso de vitaminas?

Cuando empleamos suplementos, podemos caer en el exceso de vitaminas conocido como hipervitaminosis, por ello es tan importante que consultes con tu médico.

Por ejemplo, el consumir en exceso vitamina C, puede generar con el tiempo cálculos renales, así que recomiendan tomarla, por ejemplo, 6 meses y luego dejarla por 3 meses antes de seguir.

El exceso de vitamina E también puede causar problemas cardiovasculares o descalcificación ósea. El de vitamina A, puede causarte daño al hígado, visión borrosa, falta de apetito, entre otros síntomas; el exceso de vitamina D produce debilidad muscular; y el de la vitamina K, anemia.

Por ello, si crees que no estás consumiendo las vitaminas necesarias a través de tu dieta o deseas complementarla, consulta con tu médico de confianza para que te prescriba el suplemento que necesitas, dependiendo de tu actividad física, tu edad y tus hábitos alimenticios. Y tú, ¿qué vitaminas tomas?

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Acerca del autor

Escrito por Irina Melgar

Mi pasión es escribir, el cine y caminar...!

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