Las hormonas son elementos que se producen en las glándulas endocrinas tales como la tiroides, la hipófisis o el páncreas, las que al introducirse en la sangre generan una dinámica en partes específicas del cuerpo, es decir, que ponen a funcionar distintas partes del organismo.
Y aunque ello parezca no gustarle a muchas mujeres, lo cierto es que es un hecho del cual no se pueden escapar, siendo la influencia de las hormonas muy grande en momentos como el hambre, la memoria, los ánimos, el sueño, entre otros aspectos de la vida diaria.
Lo que sí podemos hacer es buscar la normalización de estas para que se pueda manejar mejor la energía del cuerpo, o los niveles de sal y azúcar en el organismo, el ritmo cardíaco, el estrés, la producción de leche, entre otras.
Las personas mantienen un excelente nivel hormonal entre los 30 y 35 años, pero luego vienen los descensos por los 35 y luego la crisis cerca de los 40 años, lo cual entre otras cosas, puede llevar a la degeneración y envejecimiento de la piel, por ejemplo.
Las proteínas son esenciales para elevar el nivel hormonal al menos un 30 por ciento, e igualmente se sabe que la tiroides requiere de frutas y verduras, y que la hormona del crecimiento, la testosterona y los estrógenos, necesitan para mantenerse estables, de buenas cantidades de pescado, carnes y claras de huevo. También son importantes las nueces, el pan de arroz, jamón cocido y pavo.
De igual forma se recomienda acostarse temprano para regularizar la melatonina, que es la responsable de que estemos nerviosos, con insomnio o con los ánimos decaídos.
Otras recomendaciones indican que se debe mantener una vida sexual activa, exponerse al sol con cierta frecuencia y merendar a eso de la media tarde para recuperar los niveles de cortisol, que es la hormona del estrés.
Como en todos los casos, la alimentación bien balanceada será siempre el pilar sobre el cual se va a fundamentar cada momento de nuestra existencia.
Fuente: AlimentaciónSana.
Imagen: DietasYVidaSana.
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