Uno de los secretos para una vida más sana y una mejor relación con nuestro peso, es disfrutar más la comida. Si cada una de tus comidas se hace a prisa, frente a la televisión o la computadora, parado o sin tiempo para siquiera pensar en lo que ingieres, puede que te estés perdiendo de un placer fundamental. La comida es el sustento del cuerpo y para comer con conciencia hay algunos consejos básicos a seguir.
Concéntrate en comer. Aunque sea 15 minutos, y toma este tiempo para relajarte y despejar la mente. Tenemos tantas ocupaciones que se nos olvida ponerles pausa, pero la comida puede ser un momento perfecto para respirar hondo y olvidar todo lo demás.
Reflexiona sobre tus antojos. ¿Comes cuando estás nervioso? ¿Triste? ¿Aburrido? Se come para satisfacer el hambre, pero si cada reacción sentimental te provoca una vuelta al refri, puedes estar consumiendo de más. Saber lo que te causa hambre puede ayudar a controlar mejor tu cuerpo.
Come despacio y frente a la mesa puesta. Tal vez solamente tengas oportunidad de cenar una vez al día en casa, pero haz que ese momento sea especial. Pon la mesa, cocina algo para ti, uno de tus platillos favoritos, consiéntete con comida de verdad y ocúpate de tu bienestar.
No temas en dejar comida en el plato. Crecemos con la idea que debemos dejar el plato limpio y luego comemos mucho más de la cuenta. Aprende a escuchar tu cuerpo y a parar una vez que te sientas lleno. Si no quieres despreciar, guarda el resto de la comida o congélala.
Deja de juzgarte por lo que comes. No eres culpable de un horrible pecado por comer un helado de vez en cuando, ni un santo si solo te nutres de ensaladas. La comida es una forma de vivir que se escoge y debe disfrutarse día a día.
Fuente: Suite101.
Imagen: DancingSpoon.
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