Vivimos en un mundo con constantes tensiones y las personas que le dedican varias horas de sus días a entrenar y realizar un deporte de competencia; muchas veces se ven excedidos por las presiones y el contexto que rodea a estas actividades.
Ya es algo comprobado que el éxito en una disciplina física no se logra solo entrenando, además hace falta constancia, una buena alimentación y mucho trabajo psicológico que nos incentivará a superarnos cada día, lograr nuestros objetivos y proponernos nuevas metas.
Un deportista que participe en competencias siempre necesita de la ayuda de la psicología deportiva. Muchos clubes y gimnasios ya cuentan en su staff con profesionales que se encargan del tema, y contienen a los deportistas.
Un consejo conocido que circula mucho en al ámbito de la alta competencia es «nunca subestimes a tu rival» y es cierto, pero además debemos aprender a luchar contra nuestro rival interno, porque muchas veces, los deportistas que recién se inician se autoboicotean y ellos mismos se ponen trabas en su carrera. Esto es muy común, especialmente en las mujeres que compiten.
Los psicológos deportivos parten del axioma de que el músculo más difícil de entrenar es el cerebro, por lo que nunca debe dejárselo afuera del entrenamiento. Nuestra mente es la que fija objetivos, la que nos hace avanzar y también la que nos hace claudicar, por eso es muy importante que si te entretenas para una competencia, no olvides la ayuda del psicólogo deportivo.
De acuerdo a la disciplina que practiques, te será de más utilidad que el psicólogo trabaje en grupo o individualmente. Las sesiones grupales favorecen mucho la unión y el pensamiento positivo a través del desarrollo de la ilusión grupal, que permite que los integrantes vean al grupo como una unidad compacta muy difícil de romper y siempre dispuesta a ganar. Este pensamiento será imprescindible a la hora de salir a jugar un partido.
Si compites en un deporte individual, el psicólogo te ayudará a reforzar tus potencialidades. Es de mucha ayuda en adolescentes deportistas, donde la presión por ganar o la frustración por perder pueden impactar emocionalmente.
Fuente: PsicólogosDelDeporte.
Imagen: TelevisaDeportes.
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