Hemos escuchado mucho hablar de ellos en la publicidad, ¿verdad?. Sin embargo, hay escasa información sobre qué son y para qué sirven.
El intestino es el lugar donde se seleccionan los nutrientes que pasarán al torrente sanguíneo y los que serán eliminados. Ahí también ocurre la digestión de algunas sustancias, la formación de algunas vitaminas, como la K, e inclusive sirve de defensa contra algunas infecciones.
Parte de estas funciones la cumplen microorganismos (bacterias) que viven en el intestino sin causarnos ningún mal, sino aportando beneficios a nuestra salud, al tiempo que nosotros les aportamos alimentos. Es un interesante caso de ayuda mutua o simbiosis.
Sin embargo, diversos agentes oxidantes y nocivos (químicos, cigarros, antibióticos) afectan nuestra población bacteriana residente y la pone en peligro.
Por ello se recomienda que se consuma diariamente entre 2000 y 6000 miligramos de “alimento para bacterias”, llamados fructo-oligosacáridos o FOS, que son oligofructosa e inulina. Estos son los famosos prebióticos y favorencen el crecimiento selectivo de estas bacterias buenas ya que les proporcionan alimento.
Estos nutrientes se encuentran en alimentos como ajo, cebolla, puerros, espárrago, alcachofas, raíz de achicoria, tomates y plátanos. Sin embargo, se calcula que la gente normalmente consume sólo unos 800 miligramos diarios… y ni eso. Por ello, se introdujeron alimentos enriquecidos con FOS, como preparados lácteos (yogures, leches modificadas), bebidas, alimentos infantiles, galletas y panes.
Los probióticos, por otro lado, son alimentos que contienen los propios microorganismos vivos que son adicionados en yogures, leches y otras bebidas lácteas por lo general, aunque también se incluyen en bebidas energizantes.
Debido a las funciones que cumplen, una disminución o pérdida de esta flora bacteriana significaría molestias gastrointestinales, como diarreas, gases y náuseas. También desnutrición por la imposibilidad de digerir algunas sustancias y absorberlas
Otras consecuencias de la pérdida de la flora bacteriana serían alergias e intolerancias alimentarias, intoxicaciones por la entrada de sustancias de desecho al torrente sanguíneo y pérdida de la producción de vitamina K. También podrían hacernos más propensos a infecciones ya que las bacterias de nuestro intestino estimulan las defensas.
Fuente: Directoalpaladar, E-conexium
Imágenes: Alimentación Sana, Laiveesvida, Bionatural
Tags Blogalaxia: Prebióticos, Probióticos, Alimentos funcionales, Flora intestinal.
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