La menopausia no es una enfermedad ni motivo para sentirnos mal, es más bien una etapa de la vida. Es el periodo en el que termina la fase reproductiva de la mujer y en la que comienzan otros cambios.
Una vez que termina la menstruación se considera que comienza la menopausia. Los ovarios dejan de producir estrógeno y progesterona, hormonas que se encargan del ciclo menstrual. En algunas mujeres se pueden generar desórdenes (o muchos días de regla o pocos) pero llegado el momento estos se detienen. No hay que confundir la menopausia con el corte repentino de la menstruación, ya que esta puede detenerse debido a una enfermedad o a una histerectomía.
Generalmente, la edad en la que ocurre la menopausia es a los 45 años, aunque hay casos en que se ha adelantado a los 40. Los síntomas de la menopausia son diferentes en cada mujer, los más comunes son sudoración y «bochornos» u ondas repentinas de calor que duran unos minutos, pero también están los cambios de humor bruscos, irritabilidad y hasta depresión.
La incontinencia urinaria, la resequedad de la zona íntima y la interrupción del sueño acompañado de sudoraciones, son otros síntomas que pueden causar muchas molestias que a la larga interrumpen nuestras actividades. Sin embargo, no hay que deprimirse, sino cambiar de actitud y no pensar que estamos ante el final de algo, sino ante un momento de cambios. Cuida mucho tu alimentación y practica deporte; verás que esto te ayudará a calmar los síntomas.
Hablar con otras personas que pasan por lo mismo puede ayudarnos a sentirnos mejor y hacer mucho ejercicio ayudará a paliar los síntomas. Consulta a tu médico acerca de cómo resolver los casos de incontinencia urinaria. Existen muchos métodos para superarla. Recuerda que la menopausia no dura para siempre, es solo una etapa momentánea que con ayuda médica y una buena actitud de tu parte, se resolverá
Imagen: Caribe, Pensar en Mujer, Family Health.
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