Durante el embarazo esperamos con mucha ilusión la llegada de nuestro hijo. Y para que todo ocurra sin complicaciones también debemos aprovechar ese tiempo para prepararnos física y mentalmente con ejercicios de respiración. No solo serán útiles para el momento del parto, sino también después de dar a luz, pues al estar en contacto con el bebé le transmiten serenidad.
Hay tres técnicas principales de respiración para embarazadas. Una de ellas es la de tipo abdominal, que se pone en práctica en las contracciones. Esta consiste en absorber el aire por la nariz hasta sentir que va llenando los pulmones y poco a poco se hincha el abdomen. Y para expirar hay que botarlo también lentamente por la boca, contrayendo los músculos de la parte del diafragma.
Otra de las técnicas es la llamada respiración jadeante, que se realiza con inhalaciones y exhalaciones rápidas y entrecortadas, haciendo que el tórax se infle y desinfle de manera sucesiva. Gracias a ella se evita que las contracciones del fondo del útero y del fondo del diafragma entren en contacto a la vez que controlan los deseos de pujar cuando el bebé aún no está listo para salir.
Por su parte, la técnica torácica o de pujos se lleva a cabo con dos o tres respiraciones profundas desde el tórax mientras se contraen los músculos del abdomen y se relajan los de la pelvis para que al soltar el aire -previamente contenido- se vuelva a relajar la parte del abdomen. Es el procedimiento de mayor utilidad al momento de expulsar al bebé.
Tanto la respiración abdominal como jadeante puede realizarse en todo el proceso de la gestación (e incluso en el post-parto), mientras que la de tipo torácico es recomendable practicarla durante el último mes de embarazo -echadas o sentadas- de forma lenta, si es posible estirando los brazos y piernas para darnos mayor fuerza.
Fuente: Elbebe.com
Imagen: Prensa Latina Las Vegas
Tags Blogalaxia: Salud, Embarazo, Técnicas De Respiración.
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