Durante el verano todos sentimos deseos de consumir alimentos refrescantes. El melón, junto con la sandía y la papaya, es una de las frutas más requeridas en las épocas estivales debido a su gran cantidad de agua.
La sandía es una fruta con múltiples propiedades y es la preferida de los niños por su sabor y color, mientras que las mujeres la eligen por ser un alimento light, que aporta un mínimo de calorías.
La sandía es originaria de África y su color y textura son únicas. Entre sus múltiples beneficios se cuenta que es una fruta que calma la sed, elimina el mal aliento, aporta azúcares naturales, es antioxidante y muy utilizada en las dietas desintoxicantes, ya que no contiene grasas, y aporta mucha agua y purifica el organismo. Además, es una fruta que no genera malestares estomacales.
La sandía es una fruta recomendada para contribuir en el tratamiento de las infecciones urinarias, ya que limpia las vías urinarias. Además, aporta beneficios nutricionales como vitaminas A, C, E y potasio y magnesio.
Pero además, estudios recientes demostraron que la sandía es un excelente recurso natural para luchar contra la hipertensión, ya que tiene efectos vasodilatadores que protegen el corazón.
La sandía es también muy útil para combatir la constipación, gracias a su aporte de fibras y líquido. Para saber que esta fruta está en su punto junto debemos observar su cáscara. Si está muy brillante es que aún le falta unos días de maduración.
Durante el verano, la sandía es una excelente opción no solo para comerla como fruta sino también para utilizarla en sorbetes, licuados y jugos. Los más osados también se animan a usarla para ensaladas.
Fuentes: VidaSana, SoloVegetales.
Imagen: Portalsf.
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