La albahaca es una hierba aromática originaria de la India e Irán, pero debido a sus propiedades, y su intenso sabor y aroma, es utilizada en gran parte del mundo. Como su cultivo es sencillo y no requiere de cuidados expertos, la albahaca puede crecer en una maceta y es muy útil tener nuestra propia planta en casa, incluso si vivimos en un departamento.
Además de su gran sabor, la albahaca nos aporta muchos beneficios para nuestra salud. Por ejemplo, es considerada un alimento antioxidante por su gran cantidad de flavonoides y también se está estudiando su capacidad para prevenir la aparición de tumores, el envejecimiento precoz y los trastornos coronarios.
Pero la albahaca también es considera un antibiótico natural, ya que es antibacteriana, y si se la combina con el ajo, el efecto es superior. También es un excelente antiinflamatorio y lo mejor es que no aporta calorías pero sí nos nutre brindándonos vitamina C , betacarotenos y magnesio.
La albahaca es también un alimento antiestrés, ya que tiene efectos sedantes. De hecho, muchas culturas indígenas la utilizaban con este fin.
Para las personas que sufren de congestión respiratoria frecuente, la albahaca puede ayudarlos. Se deben poner a hervir varias hojas de albahaca junto con un poco de menta y aspirar el humo. El efecto es instantáneo, e incluso puede hacer que disminuya la fiebre. Sus propiedades digestivas también hacen de la albahaca una aliada de la salud.
Durante el verano, las plantas de albahaca crecen mucho y es el momento ideal para consumirla en ensaladas, combina muy bien con el ajo, el tomate y la mozzarella. También podemos hacer un pesto procesando algunas hojas de albahaca con aceite de oliva, un poquito de ajo, queso rallado y nueces. La puedes utilizar para condimentar ensaladas o como salsa para pastas. Tan exquisita como sana.
Fuente: VidaNutrida.
Imagen: SaborDeFamilia.
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