La anorexia, la enfermedad de ser delgada

Es uno de los azotes del mundo moderno y miles de mujeres ya han caído bajo sus garras. Entérate todo sobre la anorexia, sus causas y el terrible impacto que produce en una sociedad hambrienta de modelos cada vez con menos peso.

Verse bien hasta la muerte

Terror a la comida. Así es como definí un día a la anorexia, mientras conversaba con una entrañable amiga, y su hija de 14 años. La niña es joven y bella, pero ya comenzaba con los complejos que sus compañeras de colegio le imponían, y que le hacían creer que se veía muy gorda; no había nada de cierto en eso.

Y en medio de esa charla, me puse a pensar: yo luzco con algunos kilos de más hoy en día, sin embargo, cuando tenía la edad de esa niña, era una calavera, pero de ninguna manera me parecía saludable lucir así, porque parecía una desnutrida. Y yo no tenía ningún trastorno alimentario, simplemente mi contextura era así; lo que sí recuerdo es que una que otra compañera de escuela se me acercó para decirme que me envidiaba.

El problema es que, a los ojos de una anoréxica, siempre habrá carnes de más que quitarse de encima, así el mundo entero vea que la pobre es puro hueso y pellejo. Esos son los estragos de la anorexia, un falso espejismo sobre la imagen real de la persona, que en su afán compulsivo de bajar de peso y ser cada vez más y más delgada, pierde la noción de su propia y real figura, hasta llegar a la inanición, malograr los órganos vitales… y morir.

Una enfermedad devastadora

La anorexia es una enfermedad realmente terrible: el paciente enfermo (mejor dicho, «la» pues son más las mujeres que la padecen) controla compulsivamente cuántas calorías hay en los alimentos que consume, pesa y mide estrictamente cada ingrediente que va a comer. Es una suerte de terror a casi todo lo que come, pues ve en cada cosa que ingiere una potencial fuente de grasas extra.

Es por ello que muchas anoréxicas (cuyas edades fluctúan entre los 15 y 25 años) terminan, evitando las comidas y echándolas al bote de basura cuando no las ven. O en el peor de los casos, regurgitándola. Esta compulsión terrible es uno de los síntomas bulimia, y es la siniestra compañera de la anorexia, en el camino de la perdición de quien la padece.

La bulimia

La anorexia es un trastorno alimentario que trae cola. La bulimia es una de estas consecuencias y casi no hay anoréxica que no la padezca. Ella primero, al no aguantar el hambre, pasará por un periodo en que comerá todo a su paso hasta saciarse.

Pero luego, atacada por el sentimiento de culpa, perderá el control y entonces recurrirá a todo para eliminarla: vómitos, laxantes, diuréticos y hasta enemas, seguidos de temibles ayunos y ejercicios extenuantes; una manera de «castigar» al cuerpo por haber pedido comida.

Las consecuencias de la bulimia, además de la muerte a mediano plazo, es cáncer al esófago y terribles padecimientos de caries, ya que los dientes se queman gracias a los ácidos que son expulsados en cada vómito.

Causas de la anorexia y sus consecuencias

La anorexia tiene muchas causas. Para mí, una de las principales es la poca autoestima por la que atraviesan muchas adolescentes, quienes en esta etapa de su vida se vuelven autocríticas respecto a su imagen corporal. La no aceptación de sí mismas tal y como son, sumado a la vulnerabilidad ante las burlas o posible desaprobación de lo demás, puede generar una obsesión por tratar de encajar en el molde.

Y este molde es el que precisamente impone la publicidad moderna: ser lo más flaca posible, ser huesuda, sin caderas ni senos turgentes, pesar menos de 50 kilos y lucir como una desnutrida; mientras más flaca seas, más bonita te verás…

Según el psiquiatra español Vicente José Turón, las imágenes que presentan los anuncios publicitarios y las series de televisión sobre la mujer es la de una «superwoman«, es decir, tiene un cuerpo perfecto, una carrera perfecta, el matrimonio perfecto y es, encima, una mamá ideal. Todo ese éxito es subliminalmente explicado por su delgadez y termina arrastrando a muchas mujeres a dietas excesivas y obsesivas por lograr alcanzar ese modelo.

Ciertas disciplinas como el ballet o la gimnasia deportiva exigen determinados parámetros de peso que ocasiona que muchos deportistas se obsesionen con ello, causándose trastornos alimentarios o sometiéndose a exigentes sesiones de ejercicio.

Al final, todas estas causas terminan en lo mismo, en una obsesión por bajar siempre de peso, por una ceguera en verse tal cual se es, por una autoestima totalmente dependiente del aspecto físico y por un terror a comer de manera regular, como lo hacemos todos.

¿Las consecuencias? En general, afecta a todo el organismo, el desarrollo y normal funcionamiento. Entre ellas tenemos:

  • Úlcera gástrica
  • Atrofia del crecimiento y del desarrollo hormonal
  • Descalcificación y caída de cabello
  • Problemas cardíacos
  • En los casos más graves, insuficiencia renal
  • Baja constante de defensas y anemia crónica
  • Desnutrición crónica
  • Descalcificación de los dientes y su destrucción por falta de calcio y los ácidos gástricos (al regurgitar en exceso)

¿Tiene cura?

Sí, afortunadamente, la anorexia tiene cura; esta pasa por un tratamiento que incluirá a nutricionistas, psicólogos, psiquiatras y el apoyo incondicional de la familia. También participan médicos quienes tratan las consecuencias físicas de esta enfermedad, como males gástricos, dentales, respiratorios y renales.

Paralelamente, existen voces de alerta que se han alzado tratando de generar conciencia en las gigantes de la moda para que dejen de imponer en la sociedad modelos de belleza que nada tienen que ver con la buena salud y la autoestima. Es conocida la historia de la impactante campaña anti-anorexia llamada «No anorexia», la cual paso a contarte a continuación.

Casos impactantes

Este caso fue uno de los más controvertidos e impactantes. Y comenzó con esta campaña que fue realizada en el 2007 por el fotógrafo Oliviero Toscani y auspiciada por la firma de ropa italiana No-li-ta. Toscani retrató a la modelo francesa Isabelle Caro. Ella sufría de anorexia y la imagen causó tal impacto que muchos se quejaron por la crudeza de las líneas huesudas de esta chica que, literamente la hacían lucir como un muerto viviente.

Isabelle Caro tenía problemas alimentarios desde los 13 años y en sus últimos años de vida, hizo campaña para advertir a las chicas sobre las terribles consecuencias de esta enfermedad. Ella falleció a los 28 años pesando menos de 30 kilos.

Otro caso que impactó fue el de las gemelas Maria y Katy Campbell, estas chicas inglesas hicieron un pacto terrible a los 11 años: perder peso a toda costa. Y esto tan solo porque oyeron a su padre decir que ya estaban creciendo y «formando caderas».

Las gemelas Campbell desde ese entonces y hasta no hace mucho (hoy tienen 35 años) llevaron a cabo el macabro pacto. Hoy en día ansían llevar una vida normal, casarse y tener hijos, pero tal vez esto no sea posible: como consecuencia de la anorexia, ellas nunca han menstruado. Su sistema reproductor nunca evolucionó. Pero lo más increíble de este caso es que ambas son doctoras.

Una sobreviviente de la anorexia es Gema Rabi, muchacha que empezó con la anorexia durante un campamento, porque una amiga suya comía solo una vez al día, acustambrándose ella también a eso. Al poco tiempo ya no comía, e incluso llegó hasta a escupir su propia saliva por temor a engordar.

Por suerte ella vive, pero con graves problemas de salud. Llegó a pesar 28 kilos y le tomaron esta foto en el hospital para que nunca olvide el extremo al que llegó.

Prevención

Pero, más allá de la crudeza de las imágenes anti-anorexia, debemos tomar conciencia sobre la importancia de vernos y sentirnos bien. Esta va más allá de lo que quieran ver los demás en nosotros. Seamos como seamos, mientras nosotras nos queramos así y nos sintamos bien con ello, seremos felices.

Si somos padres, debemos instar a nuestras hijas a quererse a sí mismas y a descubrir lo bella que son; a realizarse integralmente sin hacer caso de las exigencias banales de la sociedad moderna, amando nuestro cuerpo y dándole los cuidados que este se merece.

Si notas que tu hija, sobrina, prima, amiga o alguna adolescente que conozcas, controla compulsivamente su peso y lo que come, baja dramáticamente de peso o visita páginas dietarias, y que incluso instan a ser bulímicas y anoréxicas (increíble pero cierto, ¡sí existen!), ponte en contacto con sus padres o encargados, y ayúdala a entender a que está cayendo en las garras de una enfermedad.

Las páginas web pro anorexia existen e incluso dan tips de cómo bajar de peso rápidamente, cómo elaborar dietas dañinas, o no comer sin que se den cuenta. Estas son las cosas con las que debemos luchar, quienes deseamos hacer preservar la autoestima y el amor por una vida, verdaderamente sana.

Porque la anorexia es una enfermedad que no distingue clases sociales, edades, ni lugares de origen, cualquiera puede ser víctima de su terrible sino. Por ejemplo, ¿sabías que hasta famosas celebridades han sucumbido bajo sus garras? En otro artículo te contaré de quiénes se trata.

Por último, recuerda y compártelo, toda mujer es bella si se siente bella.

Referencias: TheIndependent, Isopixel.

Imagen: GuiaBella.com, Medicosenlinea, BulimiaAndDepression, Publimetro, Mamavision , Roc21, ElSol, Plazanimal, FacultadesMentales, SaludPsicológica.

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Acerca del autor

Escrito por Carla Gonzales

Egresada de Literatura en la UNMSM, periodista y correctora de textos y estilo. Actividades: leer, escuchar rock clásico, jazz, blues, proyectos literarios.

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