Seguro hemos escuchado hablar del yodo. Es un nutriente que naturalmente se encuentra en todos los alimentos que provienen del mar o de zonas cercanas a él, como peces, mariscos, algas o productos cultivados en valles próximos a los océanos. También se encuentra en los productos lácteos.
Ahora bien, el problema viene de la poca ingesta de productos marinos en nuestras dietas, por ello hace años la deficiencia de Yodo fue uno de los problemas nutricionales más importantes en el mundo y la principal causa de muchas enfermedades –especialmente en recién nacidos-. Esta crisis se superó enriqueciendo la sal que usamos todos los días con Yodo. De ahí que usamos sal yodada comúnmente.
Sin embargo, en los últimos cuatro años se ha notado que los síntomas de deficiencia de yodo están reapareciendo poco a poco. Las zonas más vulnerables son aquellas propensas a inundaciones y las ubicadas en zonas altas. Los Himalayas, Alpes, Andes y la India van a la delantera.
¿Por qué está pasando esto? Pues porque lamentablemente, en muchas zonas la única forma de asegurar un adecuado aporte de yodo en la dieta es mediante la sal yodada. En algunos lugares se está usando sal de mina o sal artesanal no enriquecida con yodo, a pesar de ser ilegal en muchos países. ¡Y no pensemos que por vivir en la ciudad estamos a salvo! En las zonas urbanas también hay venta de sal de cocina que no cuenta con las cantidades de yodo que ordenan las leyes.
Hay que tener cuidado al momento de hacer las compras y verificar que sea una marca conocida, que diga sal yodada o que mencione en su etiqueta la ley de yodación de sal.
Este mineral está ligado a la glándula Tiroides, por lo que su deficiencia es causa de enfermedades que tienen que ver con el desarrollo nervioso, muscular, la estatura, el uso de la energía (por consiguiente la contextura física) y el bienestar en el embarazo. Una de ellas es quizás la más conocida, el bocio. Así que ¡a estar bien alertas!
Cantidades recomendadas de ingesta:
Bebés: De 40 a 50 microgramos.
Niños:
- De 1 a 3 años: 70 microgramos.
- De 4 a 6 años: 90 microgramos.
- De 7 a 10 años: 120 microgramos.
- De 11 años en adelante: 150 microgramos.
Mujeres embarazadas: 220 microgramos
Mujeres lactantes: 290 microgramos
Aproximadamente media cucharita de sal puede dar hasta 100 microgramos de yodo.
Imágenes: Thebestsauces, Gastronomiaycia
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